De repente es como si fueran polos completamente opuestos. Una columna de John Burn-Murdoch para el Financial Times encontró que entre hombre y mujeres de la generación Z se está abriendo una brecha ideológica, llegando a una separación de 30 puntos porcentuales. Las mujeres están adoptando puntos de vista más liberales mientras que los hombres son más conservadores. Esencialmente, estamos viendo a dos generaciones distintas emerger.
La manosfera de internet, un discurso peligroso con consecuencias para hombres y mujeres
Hace casi un año salió un video donde niños se tomaron fotografías con el YouTuber Sneako en un partido de beisbol. Los fans hicieron comentarios misóginos, homofóbicos y transfóbicos, sorprendiéndolo e incluso llegó a decir ‘¿Qué he hecho?’ Esto porque mucho de su discurso en sus videos corresponde a las ideas que ahora esos niños repiten.
Él es una de muchas figuras como Andrew Tate, y el pódcast Fresh & Fit donde, en el mejor de los casos, dan consejos neutrales, pero con un tono que sugiere parcialidad y desdén hacia las mujeres y en el peor de los casos comparten retórica sexista sobre los roles del hombre y la mujer en la sociedad.
Estas son personalidades que hacen carreras a partir de ‘educar’ hombres y lucrar con sus inseguridades y muchos de sus argumentos recurren a estereotipos como que la mujer está configurada para buscar un hombre que provea y que tiene que ser sumisa. Se han vuelto modelos a seguir a pesar de su discurso y acciones. Andrew Tate sigue enfrentando un juicio en Rumania por tráfico de blancas.
Una fuerte oposición al feminismo
La manosfera es el síntoma de fuertes presiones sociales y económicas, muchos de ellos particulares de los hombres. La economía sigue siendo sumamente restrictiva y en ocasiones se espera que sigan siendo proveedores, dando lugar a una presión muy fuerte y miedo al fracaso.
También muchos hombres atribuyen que las recientes victorias para el movimiento feminista son en detrimento a su propio estatus. Es verdad que cuando las mujeres ganan poder en la sociedad, los hombres pierden poder. Sin embargo, ¿es esto realmente injusto? Podemos citar a Dayna Bowen Matthe del Centro de Seguridad Económica y Oportunidades diciendo que ‘la igualdad se siente como opresión para quienes siempre estuvieron injustamente más adelante
Los hombres también enfrentan otras problemáticas. En la Unión Europea el 46% de las mujeres obtienen títulos universitarios contra el 32% de los hombres. Un estudio del International Journal of Environmental Research and Public Health encontró que los hombres comete suicidio 4 veces más que las mujeres en Europa. Además, existen leyes en condiciones desiguales como el servicio militar obligatorio.
Las consecuencias de la división entre hombres y mujeres
¿Qué pasa cuando las mujeres y los hombres ya no se ven cara a cara en diferentes temas como igualdad de género, discriminación y violencia? Se puede deducir que las mujeres van a alejarse de hombres con puntos de vista que vayan en contra de sus valores, y viceversa.
En apps de citas es común ver que la ideología política es parte de la conversación. The Right Stuff, una aplicación dirigida a un público conservador fue creada en respuesta a que las demás aplicaciones ‘se volvieron woke’. Su éxito ha sido cuestionable.
En Corea del Sur las elecciones las ganó un presidente abiertamente antifeminista del partido de derecha Poder de la Gente, apoyado por hombres jóvenes, mientras que las mujeres votaron por el partido liberal Democrático. Las tasas de matrimonio y natalidad han bajado dramáticamente. En 2022 fue de 0.78 nacimientos por mujer en 2022, el más bajo en cualquier país del mundo
¿Cuál es la solución?
Esta es una respuesta compleja. Se necesita una mayor prosperidad para que los jóvenes puedan crear patrimonio y también es claro que los hombres están frente a una crisis de salud mental, pero también esto es consecuencia de estigmas de masculinidad que obligan a reprimir emociones. También es necesario tomar en cuenta la diferencia entre los tiempos de maduración de una mujer y un hombre.
Comenzar por reconocer la igualdad y la importancia de reconocer las emociones de uno mismo es un buen primer paso. Pero mientras la sociedad se aferre a la imagen de un hombre macho y fuerte, esto no sucederá.