Nadie se imaginaba que Cónclave (2024) sería una de las producciones más importantes del año y que el drama de la elección de un nuevo papa se volvería tan relevante para la Generación Z.
Con la muerte del Papa Francisco, las votaciones para determinar a su sucesor han comenzado, lo que nos ha llevado a preguntarnos: ¿qué es realidad y qué es ficción en la película del director Edward Berger?
Tenemos que confesar que uno de los muchos motivos por los que la cinta protagonizada por Ralph Fiennes resulta tan interesante es la combinación de chismes, complots, traición y un final inesperado, además de presentar personajes interesantes. Es la pelea máxima por el puesto más importante del mundo.

Realidad vs. ficción en Cónclave
Es importante recalcar que la historia de Cónclave está basada en el libro de Robert Harris y, si bien la ceremonia es real, se han tomado libertades creativas para hacerla más interesante y entretenida para los espectadores.
De acuerdo con diversas páginas de internet, así como con opiniones de católicos y expertos en temas de la Iglesia, lo que está sucediendo en el Vaticano no está fielmente representado por la cinta ganadora del Oscar a Mejor Guion Adaptado.
Los cardenales se dividen en dos bandos
En la película vemos a los cardenales dividirse en dos grupos: progresistas y conservadores, como si fueran el equipo de los buenos y el de los malos.
Por un lado, la alianza de los cardenales Aldo Bellini y Lawrence representa ideas modernas y cambios positivos; por el otro, Joshua Adeyemi, Joseph Tremblay y Goffredo Tedesco tienen posturas radicales.
En la vida real, entre los candidatos al Papado suele haber compañerismo y unidad, no esta división intensa y chismes en los corredores.

Los personajes son muy superficiales
Una de las críticas más fuertes que ha recibido la cinta es la superficialidad de sus personajes. Se supone que estamos ante hombres religiosos con una voluntad inquebrantable, pero en la pantalla parecen más preocupados por tener hablar mal de los demás que por orar.
De acuerdo con la página Aciprensa, solo se menciona a Dios y Jesús en algunas ocasiones, y se ha dejado de lado al Espíritu Santo. Mucho drama, poca espiritualidad.
No existen los cardenales desconocidos
El papel de Carlos Diehz como el Cardenal Benítez es el más controversial de todos. No solo por su gran revelación al final de la cinta, sino porque llega al cónclave sin ser invitado, declarando que fue el fallecido pontífice quien lo volvió cardenal en secreto.
Esto no puede suceder, ya que una de las reglas de la Iglesia es que los cardenales deben ser anunciados y conocidos públicamente por todos los miembros y el mundo. Así que no, no habrá este tipo de sorpresas en la elección del Papa en 2025.

¿Qué sí es real en Cónclave?
Lo que sí es real en la película es que, tras el fallecimiento del pontífice, se hace una reunión casi inmediata. Representantes de diferentes partes del mundo llegan al Vaticano para votar.
Si bien entre ellos hay un sentimiento de unidad, algunos se perfilan como favoritos, no por campañas de desprestigio dentro de la Capilla Sixtina, sino por sus años de servicio a la Iglesia.
También es real el personaje de Ralph Fiennes, aunque en la cinta es una combinación de dos roles. En Cónclave, él es el decano del Colegio Cardenalicio y dirige la ceremonia, pero en la vida real, esa tarea recae en el camarlengo.
El escenario construido para representar la Capilla Sixtina es casi perfecto, al igual que la representación del proceso de elección. En un solo día pueden votar hasta cuatro veces, y rezan en latín antes de depositar sus votos.

Mientras seguimos esperando el Habemus Papam, nos empeñamos en ver (por tercera vez) la película protagonizada por Ralph Fiennes y todas aquellas cintas que nos expliquen, aunque sea un poco, lo que sucede dentro del Vaticano.