Ludovic honra a uno de sus héroes en su ciudad.
Por primera vez, Ludovic de Saint Sernin salió de París para presentar su colección en la Semana de la Moda de Nueva York. La ocasión, para él, lo ameritaba. Esta colección fue un diálogo con el archivo de Robert Mapplethorpe, uno de los fotógrafos más estridentes, cuyas imágenes retrataron con sensualidad particular diferentes sujetos, desde flores hasta desnudos.
La fotografía de Mapplethorpe es sexual, sí. Pero no es grotesca ni vulgar, más bien trabajó una elegancia que se siente íntima, magnética y abstracta. Buscó la belleza en las expresiones del sexo, género y deseo. Fue él quien indirectamente inspiró a Ludovic a hacer un salto de fe y emprender con su propia voz. Ludovic recuerda leer el memoir Just Kids de Patti Smith donde habla de su relación con Robert como un momento clave de autodescubrimiento.
Seis años después de su debut en París, colabora con la Fundación Robert Mapplethorpe en una colección que recuerda la relevancia de una voz como la suya, que tristemente nos arrebató el sida en 1989. Las fotografías de flores fueron el motivo gráfico más obvio dentro de la colección, incorporando sus siluetas como aplicaciones de terciopelo en tops y faldas transparente y en mallas metálicas.
La colección tiene un aire retro en piezas como gabardinas y trajes sastre que recuerdan al glamour severo de los años 80.
Ludovic de Saint Sernin evoca la sensualidad de la fotografía de Mapplethorpe
La influencia de Mapplethorpe también se siente en siluetas que hacen referencia a su contexto. El cuero tiene una presencia prominente en gabardinas, pantalones y vestidos ajustados, como un guiño a los retratos de hombres en fetishwear de cuero. Una de las propuestas más impactantes fue el corte de los pantalones y un par de briefs con el tiro tan bajo, que recuerda a los bumster de McQueen.
Robert Mapplethorpe fue un fotógrafo que mostró su realidad con valentía y estilo. Ludovic no pudo conocerlo en persona, pero se nota que el estudio de sus obras lo energizó para crear una colección que se declara libre, sin miedo.
“Mapplethorpe tuvo la audacia de compartir su fantasía con el mundo y creo que eso es muy poderoso, porque le ayudó a muchas personas, incluyéndome, a ser atrevidos y a abrazar todas las partes de nosotros mismos” dijo Ludovic sobre su ídolo. Así, con su espíritu en el ambiente, encendió la noche en Nueva York.
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