No te hagas, te estoy hablando a ti
Está bien, me estoy hablando un poco a mí también, y al recuerdo que tengo de lo increíble que era mi ex, lo mucho que nos divertíamos y las fiestas familiares a las que ya no me invitan, pero ¿y si lo estoy idealizando y así estoy mejor?
La respuesta corta es SÍ, estás viendo todo con ojos de melancolía, con un anhelo de que todo hubiera sido diferente, y eso habla más de ti que de tu ex pareja, porque él (o ella) sigue siendo el que rompió tu corazón, el que pensó que era mejor tener otra pareja, o el que simplemente se portó como un desgraciado, y aquí estás tú pensando en volver.
Una amiga me dijo una vez una frase que me llevaré a la tumba: «Estar en la preparatoria también era padre y muy divertido, y no por eso dejas tu trabajo y tu vida y vuelves a inscribirte en la prepa», y tiene toda la razón, ¿por qué querrías volver al pasado cuando tienes todo tu presente y el futuro al alcance de tu mano?
Pero la ciencia no está a favor de los que proponemos NO volver con el ex, ya que existe un 50% de probabilidad de que lo hagas, porque la mitad de las parejas que terminan, regresan de una forma o de otra, aunque el 66% seguirá separándose porque los problemas son tan recurrentes que simplemente no pueden tener una relación pacífica.
El intentar resolver algo requiere de un esfuerzo infrahumano, porque lo quieras o no tú vas a regresar al lugar en donde dejaron las cosas, a ese dolor, a la situación que lo provocó todo, y si quieres un consejo, todo lo que odiabas en el peor momento de la relación se convertirá en todo lo que detestes nuevamente.
El amor se construye todos los días, y se destruye de igual forma, así que el aferrarte a una persona que ya no suma en tu vida sólo te llevará al caos, a esa falta de autoestima con la que te dejó y a olvidarte de los proyectos o aventuras que estás viviendo por tu cuenta. No te aferres más y piensa que lo mejor está por venir.
