Una muestra de amor y compromiso que ha cambiado en la sociedad.
Aunque la búsqueda del amor romántico ha cambiado con cada generación aún hay quienes mantienen valores específicos al iniciar una relación. Sin embargo, la fidelidad parece cada vez más difícil de mantener.
Muchas personas han mencionado que la fidelidad no es inherente a la mentalidad humana. De hecho, estudios han demostrado que es algo que se adquiere de forma voluntaria y se debe mantener a lo largo del tiempo.
Helen Fisher, una antropóloga y autora, realizó un estudio en el que descubrió que el 54% de los hombres y el 34% de las mujeres admitieron sentirse muy felices en sus relaciones amorosas a pesar de engañar a sus parejas. Fisher argumenta que, como seres humanos, tenemos una necesidad innata de reproducirnos, y gran parte de nuestro comportamiento sexual se asemeja al de otros mamíferos.
Muchos de los valores relacionados con las relaciones que tenemos hoy en día han sido transmitidos a través de la cultura, la religión y las creencias. Estos valores han adquirido gran peso al ser considerados construcciones sociales, ya que no se considera que la fidelidad sea parte de la naturaleza humana
Las personas tienden a mantenerse en una relación durante un período estimado de cría y luego buscan nuevas parejas. No solo los científicos han compartido teorías sobre la fidelidad, sino que también personas famosas.
Sebastián Yatra y su opinión de la infidelidad
En una entrevista reciente se abordaron temas sentimentales con el famoso cantante, quien reveló que solo se ha enamorado dos veces en su vida, de las cantantes Tini y Aitana. Además, mencionó que la fidelidad no va tanto con su personalidad y su forma de pensar.
«Si tuviera una relación más duradera, no sé cómo lo podría aguantar, porque me darían ganas de ser infiel. Aunque esté enamorado de alguien, me darían ganas de estar con alguien más. Entonces, ¿cómo hago en una relación a largo plazo?» fueron sus palabras en la entrevista.
Esto generó gran controversia en redes sociales y dividió a los usuarios entre lo que consideran moralmente correcto y lo que no. También nos lleva a reflexionar sobre los estudios científicos que respaldan lo complicado y casi imposible que puede ser para algunas personas mantenerse fieles y comprometidas con una sola persona.
¿Por qué me cuesta ser fiel?
Es importante recordar que la fidelidad en una relación es una elección personal. Nadie nos obliga a ser fieles, y si no es una forma de relación que nos resulte cómoda podemos considerar relaciones abiertas, siempre y cuando la otra persona esté informada y de acuerdo.
El concepto de infidelidad no es el mismo para todos. Algunas personas solo lo consideran cuando hay un acto sexual con alguien que no es la pareja, mientras que otros lo ven como empezar a buscar o tener contacto con otra persona con intenciones románticas, ya sea en redes sociales o en persona.
Hay muchas razones por las cuales alguien puede decidir romper la fidelidad en una relación, desde la frustración hasta la búsqueda de afecto. Muchas personas llegan a un punto en el que no se sienten cómodas en su relación de pareja, ya sea de noviazgo o matrimonio.
Algunos pueden estar en una etapa de búsqueda para satisfacer principalmente necesidades sexuales en lugar de emocionales.
Es un hecho conocido que cuando se señala a un hombre por infidelidad, se le trata de manera diferente que a una mujer. Se ha justificado la conducta masculina, en cambio, cuando una mujer decide salirse de los roles sociales tradicionales, es altamente criticada y se le juzga con mayor severidad que a los hombres.
Podemos interpretar que la infidelidad no es intrínseca a la naturaleza humana, sino una decisión constante que muchos consideran necesaria en las relaciones amorosas.
El concepto de amor ha evolucionado con el tiempo, adaptándose a las necesidades cambiantes de la sociedad. Siempre existe la posibilidad de encontrar a alguien que elija mantener la fidelidad como un valor persistente o que esté abierto a diferentes dinámicas.
Te puede interesar:
La teoría de la cáscara de la naranja en las relaciones, ¿qué tiene de verdad?
