Todas las noches tengo que dormir con una almohada abrazada para poder conciliar el sueño. Desde diferentes ángulos este hábito toma diferentes significados y utilidades prácticas.
¿Alguna vez te has preguntado por qué duermes abrazando algo? Esto es lo que necesitas saber sobre este hábito de sueño y cómo elegir la almohada ideal para mejorar tu reposo.
¿Cuál es el significado de dormir con una almohada abrazada?
La psicología estudia el comportamiento humano y una de sus especialidades es el tratamiento del sueño. Ahora, una de las conclusiones esenciales que debe entender toda persona es que cada cabeza es un mundo.
En general dormir con una almohada provee cierto tipo de seguridad o confort en la noche. Esto es especialmente importante para quienes necesitan despejar su mente de estrés y ansiedad.
![Dormir con almohada](https://marieclaire.com.mx/wp-content/uploads/2024/12/Dormir-con-almohada-2-1024x683.jpg)
¿Qué beneficios tiene dormir con una almohada?
Dormir abrazando una almohada tiene beneficios no solo psicológicos sino también físicos. Aquellas personas que tienen apnea experimentan menos episodios cuando duermen de lado, por lo que una almohada les puede dar apoyo. Esto también es útil para mujeres embarazadas.
Abrazar una almohada también libera químicos en el cerebro como la oxitocina que reduce la ansiedad, mejora la memoria y alivia el estrés o las endorfinas que promueven sensaciones de paz y bienestar.
Otras de sus ventajas es que ayudan a alinear el cuerpo y mejorar la postura. Con esto evitas que en la mañana te sientas cansado o adolorido.
Dormir con una almohada conecta con la nostalgia
Puede ser una almohada o puede ser un peluche que guardemos de la infancia u otro momento especial de nuestra vida. Lo cierto es que algunos objetos adquieren recuerdos positivos o nostálgicos con los que conectamos.
Esto significa que al momento de descansar nos puede traer esas memorias de vuelta, lo cual solo tiene un efecto positivo en tu sueño.
Así que tal vez es momento de considerar incluir una almohada más en tu rutina de descanso o, si tienes suerte, incluir una persona almohada en tu cama.