Una práctica bárbara que continúa siendo empleada para subyugar a la mujer.
El 6 de febrero se conmemora el Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina, una fecha de gran significado para miles de mujeres en todo el mundo. Este día busca poner fin a un procedimiento que sigue siendo utilizado para someter, violentar y controlar a las mujeres.
¿Qué es la mutilación genital femenina?
Se refiere a cualquier procedimiento que implique la extirpación total o parcial de los genitales externos de la mujer, así como otras lesiones en sus órganos genitales femeninos, sin propósitos médicos legítimos.
Según datos proporcionados por UNICEF, se estima que alrededor de 200 millones de mujeres y niñas en todo el mundo han sufrido algún tipo de mutilación genital femenina, muchas de ellas antes de cumplir los 15 años. Esta práctica se ha llevado a cabo en 31 países de tres continentes.
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¿Por qué es peligrosa esta práctica?
Debido a las complicaciones a largo plazo que pueden surgir y poner en riesgo la vida de las mujeres. Desde hemorragias, retención de orina, dolor intenso, transmisión de enfermedades como el VIH, y daños psicológicos. Pueden enfrentar problemas de infertilidad o complicaciones durante el parto.
Se trata de una forma de discriminación basada en el género que somete a las mujeres a procedimientos de tortura inhumanos y les niega el derecho a disfrutar de una vida sexual plena y salud óptima.
¿Qué hacen los países para combatir la mutilación genital femenina?
Se han implementado diversos programas y fundaciones con el objetivo de cambiar la situación de miles de mujeres en todo el mundo. Estos programas han comenzado a invertir en movimientos liderados por supervivientes que buscan poner fin a esta práctica.
En las Naciones Unidas están trabajando para lograr la eliminación completa de la mutilación para el año 2030. Para alcanzar este objetivo, han establecido un programa mundial que acelera la eliminación y está dirigido por el Fondo de Población de las Naciones Unidas y UNICEF.
¿Por qué se lleva a cabo la mutilación genital femenina?
Son diversas razones arraigadas en la cultura y tradiciones de ciertas sociedades.
En algunos lugares se vincula con dos valores fundamentales de la cultura local. Se emplea en ceremonias de iniciación a la edad adulta para reforzar los roles asignados a las mujeres y mantener su estatus dentro de la sociedad.
La ignorancia también desempeña un papel importante, ya que algunas comunidades creen erróneamente que mejora la fertilidad de las mujeres o evita que los bebés nazcan con enfermedades físicas o problemas.
Además, la mutilación genital femenina se utiliza para ejercer control social sobre las mujeres, especialmente en lo que respecta a la preservación de la virginidad hasta el matrimonio.
Es importante destacar que la mutilación genital femenina se realiza sin el consentimiento de las mujeres afectadas, lo que constituye una grave violación de sus derechos fundamentales, como señala la investigadora López González Orduña del Centro de Investigaciones y Estudios de Género en la UNAM.
Un crimen que busca oprimir a la mujer
“En realidad, el objetivo de la mutilación genital femenina es controlar el cuerpo de las mujeres, lo cual es similar al objetivo que persiguen otras prácticas patriarcales aún vigentes, como la penalización del aborto, incluso en países que se consideran desarrollados. Este objetivo implica reprimir el placer femenino, ya que se percibe el placer como una fuerza empoderadora”, señala López González de Orduña.
Existen cuatro tipos de mutilación genital femenina:
1) Resección parcial o total del glande del clítoris y/o del prepucio del clítoris;
2) Resección parcial o total del glande del clítoris y los labios menores, con o sin escisión de los labios mayores.
3) Infibulación o estrechamiento de la abertura vaginal mediante el corte, la recolocación y la sutura de los labios menores o mayores.
4) Punción, perforación, incisión, raspado o cauterización de la zona genital.
Testimonios de sobrevivientes a la mutilación genital femenina
Las cifras por sí solas son impactantes, pero al escuchar directamente las voces de aquellas que han vivido esta realidad, se intensifica la urgencia de erradicar esta injusticia.
Jaha Dukureh, una activista muy conocida y madre, es una sobreviviente de la mutilación genital. A los 15 años, descubrió que había sido sometida a esta práctica cuando era un bebé. Su testimonio sobre el tipo de mutilación que sufrió, conocido como ‘Tipo III’, es estremecedor.
Su lucha contra esta injusticia la llevó a denunciarla, escribir blogs, fundar una ONG e incluso solicitar al expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, que investigara la mutilación genital en su país.
Purity Soinato Oiyie, líder de su comunidad y defensora de los derechos de las mujeres, es otro ejemplo inspirador de fortaleza y resistencia. A los 10 u 11 años, fue rescatada justo antes de que se llevara a cabo la mutilación genital. A pesar de los desafíos, logró completar sus estudios y ahora trabaja incansablemente para empoderar a niñas, madres y padres para que rechacen esta práctica.
Estos testimonios son una llamada de atención sobre la necesidad urgente de seguir investigando y levantar la voz en apoyo de aquellas que están atrapadas en situaciones que les impiden vivir una vida plena, libre y sin miedo.
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