Un mes de precaución: el amor se desvanece con la primavera.
Si tu relación sobrevivió a diciembre, no es momento de relajarse, ya que marzo también trae consigo la energía de los rompimientos. Este es uno de los momentos del año en que muchas parejas deciden poner fin a sus compromisos en busca de nuevas aventuras y para cortar lazos que se formaron en invierno.
Aunque una relación puede terminar en cualquier día del año, es una realidad que las cifras aumentan en estos dos meses, justo después de haber pasado el mes del amor y al inicio de la temporada primaveral, cuando todo comienza a florecer y se percibe un cambio en el ambiente, también lo hacen los sentimientos de las personas.
¿Por qué las personas terminan relaciones en marzo?
El inicio de este mes marca el comienzo de una búsqueda de libertad para muchas personas. Con la llegada de la luz y el calor, ya no necesitan a alguien que los mantenga protegidos y cómodos durante los meses de invierno. Al menos así lo señalan algunos psicólogos.
El clima se convierte en un factor determinante. Según la psicoanalista Danielle Forshee, «a medida que la luz solar se vuelve más presente en nuestro día a día, el cerebro produce menos melatonina y más serotonina, lo que nos hace sentir más felices y menos necesitados de la cercanía de otra persona para experimentar seguridad y felicidad».
En marzo, muchos comienzan nuevas rutinas, conocen a personas nuevas, establecen nuevos objetivos y reflexionan sobre sus relaciones y las personas que las rodean, lo que puede llevarlas a optar por la separación. La infidelidad aumenta y los temas de conversación difíciles comienzan a surgir.
Es cierto que el amor no es eterno y tiene sus altibajos, pero después de un cierto tiempo es probable que las relaciones se desgasten, y esto puede suceder en cualquier momento del año. Sin embargo, es en marzo cuando debemos tener especial precaución.
Para que una relación perdure, es importante priorizar otros aspectos, pero también es crucial recordar que, si nuestra pareja decide irse, debemos proteger nuestro amor propio y ser nuestra propia persona ante todo. El amor viene y va, pero nuestra integridad y autoestima deben permanecer intactas.
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