Cuando se trata de hablar de destilados, Clase Azul México, con cada uno de sus iconos, cuenta una historia entre sabor y esencia que se captura en sus distinguidas y coloridas licoreras.
Más que un destilado, el tequila es un símbolo de identidad, historia y tradición mexicana que ha trascendido fronteras, convirtiéndose en una de las exportaciones más importantes del país.
Así, cada gota de esta bebida es un pedacito de México que se diluye entre su cultura y sus sabores que te remontan a un momento especial que conservas en la memoria.
Conociendo Clase Azul México
La historia de Clase Azul México es el claro ejemplo de ello desde 1997, cuando en Guadalajara, Jalisco, Arturo Lomelí decidió elaborar un producto tan exquisito como la tierra de la que provenía.
Entonces, lo que comenzó como una marca de tequila, evolucionó para convertirse en un símbolo de la artesanía y herencia cultural mexicana, la cual ha conseguido llegar hasta más de 90 países, con una diversa gama que incluye cinco tequilas y tres mezcales.
De tal manera, con esencia y sabor, Clase Azul ha capturado la atención de coleccionistas y conocedores de todo el mundo. Su éxito radica en la autenticidad de sus productos y en la dedicación a los detalles, ya que el exquisito destilado y la licorera artesanal son elaborados conforme a los más altos estándares.
Tomando en cuenta su filosofía, en 2022, la marca se aventuró en el ámbito de la hospitalidad, inaugurando su primer destino en San José del Cabo, donde cada visitante vive una experiencia completa, explorando la esencia de Clase Azul y el arte del agave en un entorno exclusivo.
La magia de Clase Azul México
Cada destilado de Clase Azul cuenta una historia que ‘se amplifica a través del trabajo de los artesanos que revisten el líquido con una licorera que refleja su naturaleza exquisita. Es una historia sobre México que se cuenta en cada gota y en cada pincelada’, nos comparte Viridiana Tinoco, especializada en la elaboración de destilados a partir del agave, quien encabeza de principio a fin el proceso de elaboración en Clase Azul México.
Lo que distingue a Clase Azul es el toque humano presente en todas sus creaciones, especialmente en la artesanía de sus licoreras.
Para elaborarlas, sus artesanos transforman las diversas expresiones culturales de México en objetos de gran significado. Esta producción artesanal requiere gran habilidad, creatividad y el dominio de conocimientos artísticos generacionales.
Los artesanos, todos mexicanos, decoran cuidadosamente las licoreras de cerámica con esmaltes de distintos tonos para crear los patrones pincelados distintivos de la marca y otros elementos decorativos, dotando de personalidad única a cada pieza. Asimismo, las licoreras de los mezcales ostentan acabados de coloridos esmaltes y tapones decorados con técnicas tradicionales.
Lo mejor siempre viene con una licorera de tequila
La clave del éxito de Clase Azul radica en sus iconos, una selección de productos que forman parte del portafolio de la marca, que abarca ocho destilados: cinco tequilas y tres mezcales.
Clase Azul Tequila Plata
Este destilado sin madurar captura el matizado y fresco sabor del agave, mientras que la elegante y traslúcida licorera permite apreciar su brillante y prístina naturaleza.
Clase Azul Tequila Reposado
Ha reposado durante ocho meses en barricas de whisky americano. Con sus distintivos trazos plumeados color azul cobalto, esta licorera decorada a mano es emblemática de la marca.
Clase Azul Tequila Gold
Esta creación joven combina el Tequila Plata con otro especial reposado en barricas de roble francés y un extra añejo terminado en barricas de Jerez. Su licorera presenta una base de cerámica con dos líneas pintadas a mano con oro de 24 quilates.
Clase Azul Tequila Añejo
El armonioso carácter de este añejo es el resultado de un magnífico trayecto de más de dos años en barricas de whisky americano. La decoración de su licorera simboliza el trayecto del agave desde su nacimiento hasta su transformación en tequila, un desenlace que se ha representado con trazos pintados en oro de 24 quilates.
Clase Azul Tequila Ultra
El carácter sublime de este extra añejo se logra por su prolongada maduración de cinco años en barricas de whisky americano y de Jerez. Las artesanas más diestras de la marca han dominado la compleja técnica de pintar con platino estas licoreras excepcionales.
Para todo mal, mezcal; para todo bien, también
Clase Azul Mezcal Durango
Está elaborado con agave cenizo, una planta endémica de la sierra semiárida del estado de Durango, ubicado al norte de México.
Los hermosos diseños florales y geométricos que adornan con color el tapón de esta licorera son creados a mano mediante la aplicación individual de cuentas de colores.
Clase Azul Mezcal Guerrero
Este destilado se produce con agave papalote, una planta nativa de la sierra húmeda del estado de Guerrero. Su licorera destaca por su vibrante tapón que luce hermosas representaciones de colibríes realizadas con técnicas tradicionales de laqueado.
Clase Azul Mezcal San Luis Potosí
Está elaborado con agave verde, una planta nativa de los desiertos del estado de San Luis Potosí. La licorera está hecha por artesanos mexicanos empleando una técnica de aplicado de estambre de colores y su fascinante tapón representa un onírico paisaje desértico sobrevolado por pinzones rojos.
Analizando cada uno de sus iconos, Clase Azul México no es solo una marca de destilados, sino una celebración de la cultura y el arte mexicano.
Desde la destilación hasta la creación de las licoreras, cada etapa del proceso es una expresión de dedicación y orgullo por las raíces mexicanas.