Un repaso por la historia del día de los inocentes, y cómo se celebra en México…
Si algún familiar o amigo se te acerca para pedirte dinero prestado mejor haz caso omiso, podrías ser víctima de una broma del día de los inocentes. Esta festividad se celebra cada 28 de diciembre y es el escenario perfecto para ejecutar bromas. Sin embargo, ¿de dónde viene esta festividad y qué celebra?
El triste origen
Esta fecha es la amalgama de diferentes celebraciones que comenzaron desde la edad media. La iglesia católica la llama “Día de Los Santos Inocentes” y es la conmemoración de la matanza de niños en Belén. Según la biblia, un profeta anunció la llegada del futuro rey de los judíos. Cuando el rey Herodes supo que ya se acercaba el nacimiento de Jesús mandó matar a los bebes de menos de dos años para evitar su llegada y posible derrocamiento. Ellos fueron los inocentes.
Aún así, un ángel les anunció a María y José de esta tragedia y pudieron escapar la masacre.
No se sabe a ciencia cierta la fecha en que esto sucedió, pero algunos historiadores apuntan a que murieron cerca de 20 niños, ya que Belén era un pueblo pequeño.
¿Por qué se hacen bromas?
En la época medieval, entre los siglos IV y V, se comenzó a celebrar la Fiesta de los Locos. En esta se escogía un papa u obispo de Roma falso para parodiar los rituales eclesiásticos. También hacia el final del año se celebraba en el calendario romano las saturnales, un festival donde se celebra el renacimiento del año. En esta fiesta se volteaban las normas: los hombres vestían de mujer, los amos de sirvientes, etc. También el 25 de diciembre se celebraba el Natalis Solis Invicti. Para tener control sobre estas fiestas, la iglesia católica decidió nombrar el 25 de diciembre como la fecha en que nació Jesús.
Las bromas, por lo tanto, se asocian con estas fiestas carnavalescas dónde abundaba la diversión, también con la naturaleza juguetona y risueña de los niños. Aquellos santos inocentes que perdieron la vida por culpa de Herodes.
El día de los inocentes en México
En nuestro país se suele celebrar con bromas de todo tipo. Desde pegar una moneda en el piso, hasta llenar una habitación de notitas adhesivas. Especialmente es común pedir algo prestado y si la otra persona cae, no devolverlo nunca, para después exclamar “Inocente palomita que te dejaste engañar, pues en este día de los inocentes nada se debe de prestar”.
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