La cruda realidad de las madres que trabajan.
La cantante y madre de dos hijos, Lily Allen, se sincera sobre el precio que tener hijos puede suponer para la carrera de una mujer.
El martes 12 de marzo, mientras aparecía junto a la presentadora de televisión y personalidad de radio británica Miquita Oliver en el episodio más reciente del “Radio Times Podcast” Allen dijo que ella «nunca tuvo realmente una estrategia en lo que respecta a su carrera».
«Pero sí, mis hijos arruinaron mi carrera», agregó, antes de reírse con Oliver. «Quiero decir, los amo y me completan, pero en términos de, ya sabes, ¿estrellato pop? Lo arruinó por completo«.
Agradecida por la honestidad de la actriz, Miquita Oliver respondió: » ¡Eso es muy cierto! Me alegra mucho escuchar a alguien decir eso porque, por supuesto, todos dicen: ‘¡No, por supuesto que no!‘».
«No se mezcla», añadió Allen. «Y realmente me molesta cuando la gente dice que puedes tenerlo todo porque, francamente, no puedes«.
Allen continuó aclarando que cree que «algunas personas eligen su carrera antes que la de sus hijos, y esa es su prerrogativa«.
«Pero, ya sabes, mis padres estaban bastante ausentes cuando yo era niña, y siento que eso realmente dejó algunas cicatrices desagradables que no estoy dispuesta a, ya sabes, repetir en las mías», continuó. «Así que elegí dar un paso atrás y concentrarme en ellas, y me alegro de haberlo hecho porque creo que son personas bastante completas».
La cantante se convirtió en madre por primera vez en noviembre de 2011, cuando dio a luz a su primera hija, Ethel Mary Cooper. Luego le dio la bienvenida a su segunda hija, Marnie Rose Cooper, poco después, en enero de 2013.
Comparte a ambas niñas con su exmarido, Sam Cooper. Allen y Cooper se casaron en 2011 y se divorciaron en 2018. Ella se volvió a casar en 2020, informaron medios en ese momento, y ahora es madre de sus hijas con su esposo y la estrella de Stranger Things, David Harbour.
El embarazo y su trayectoria personal como madre no han sido fáciles para Allen, quien sufrió un aborto espontáneo en 2008 y dio a luz a su hijo muerto en 2010.
En una entrevista anterior con Woman’s Hour de BBC Radio 4, dijo que no cree que alguna vez pueda realmente curarse de la pérdida de su hijo muerto, que nació con seis meses de gestación después de que Allen contrajera una infección viral.
«Entré en un trauma y no creo que alguna vez me recupere de eso», continuó.
Un mes después de que se volviera a casar con Harbour, la cantante le dijo a The Sunday Times que espera tener más hijos en el futuro.
«Creo que sí. Especialmente ahora que Marnie se está haciendo tan grande», dijo a la publicación en ese momento y agregó que extraña «tener pequeños terrores corriendo por la casa».
Texto original: Danielle Campoamor
Traducción: Bianca Cosulich
Artículo originalmente publicado por Marie Claire EE.UU
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