La Semana de la Moda de Nueva York marcó tendencias con un sentimiento único de grandeza, poder y fuerza. Entre diseñadores convencionales y algunos más alternativos presenta opciones para todo los estilos. Aquí te contamos más:
Eckhaus Latta
Se enfocó en una colección de vaqueros/jeans tipo aceitosos, combinados con encajes, diseñados con la ilusión de falda pantalón, tejidos borrosos y patchworks de organza transparente. Mostrando en el Rockefeller Center vimos a los modelos subir y bajar las escaleras mecánicas en un edificio que define el Capitalismo Americano, aludiendo a la provocación y diversión.
Vimos confección de 3D Print, mallas, metálicos y toda una colección donde el fin era cero desperdicio y el reuso de materiales. En verdad la mezcla perfecta entre lo avant garde, lo sostenible y la imaginación creativa de dos grandes diseñadores, Zoe Latta y Mike Echaus.
Ulla Johnson
Es muy fiel a su estética y en vez de seguir tendencias esta diseñadora tiende a marcarlas. En esta colección vimos looks estampados vibrantes que vienen de la colaboración con la artista Shara Hughes. Hughes le dio a Johnson tres paisajes para reproducirlos en vestidos, prendas de día y prendas exteriores.
Johnson es conocida por sus vestidos estampados, pero estos eran más atrevidos y libres que su registro habitual; De alguna manera estaba claro que comenzaron su vida como pinturas y los estampados no fueron diseñados en una computadora para reproducirse en tela ya que el movimiento tenía un encanto orgánico único.
Fforme
Figurativamente hablando es lo que define «Quiet Luxury». Paul Helbers, en su primer desfile, ofreció pantalones sencillos que se agitaban bajo túnicas ofreciendo un dos por uno ya que el mismo se podía cerrar y abrir a un lado para transformarse en vestidos.
Lo mismo se vio en pequeñas camisas negras con hombros tipo capa que se podían tirar hacia adelante para cubrir el cuerpo tipo cuello como un chaleco incorporado, diseñado para la eficiencia. Si podemos definir el chic acogedor sin mayor esfuerzo al diseño pero con alta confección en el textil es esta la colección.
Khaite
Fue una fusión entre la personalidad de una mujer delicada en su elegancia pero fuerte en su convicciones. Entre sedas onduladas y vestidos de organza con fruncidos se intercalaban las chaquetas de motociclista y la sastrería a lo «Peaky Blinder».
Las chaquetas de traje tenían solapas puntiagudas y eran cuadradas y de gran tamaño combinadas con pantalones igualmente exagerados.
La colección fue un poco «mucho» pero vale destacar que la visión artística no necesariamente se traduce a lo comercial. La mujer Khaite es sin duda alguien que irradia elegancia y fuerza y esta pasarela no fue la excepción.
Studio 189
Es ropa hecha a mano en África con una planta de fabricación en Accra. Son la manifestación física de años de tradición y horas de trabajo manual. Esta temporada, su amplia gama de prendas se amplió a siluetas sensuales y que dejan al descubierto la piel, incluidos tops cortos cuadrados, camisetas sin mangas con espalda cruzada y bustiers y faldas ajustadas al cuerpo.
Esas piezas fueron hechas con tintes índigo, técnicas de batik manual y tejido kente. La pasarela fue divertida, musical y entre sonidos, modelos y atuendos lo único que sentimos fue felicidad.
Sandy Liang
Presentó la colección más femenina de toda la semana de la moda. Vimos faldas plisadas y lazos. Si existiera la princesa citadina corporativa vistiera de Liang. Entre chaquetas elegantes y faldas a juego, algunas mini, algunas transparentes o de cintura baja la diseñadora encontró una nueva forma de subvertir las expectativas a través de un conjunto de dos piezas en una tela transparente y brillante.
Liang desarrolló bolsos de hombro que desde lejos parecen un lazo gigante atado sobre el hombro. La colección se cerró con una novia con un mini vestido marinero con cuello voluminoso, falda plisada y alrededor de una docena de lazos. Muy Chic, muy girly y muy empoderadas en la sensualidad femenina sin ser vulgar.
Jason Wu
Es un diseñador de mucha importancia en el mercado Americano. Presentando su colección en el jardín Isamu Noguchi en el medio del distrito financiero de Manhattan, la pasarela invocó el sentimiento de Wu, la fauna citadina del buen vestir. Jeans lavados claros y camisetas sin mangas etéreas hechas al estilo Wu fueron la parte casual de la colección, una alternativa nueva para el diseñador.
En las opciones para la noche vimos un vestido lencero con bordes sin rematar y corte al bies en varios tonos de cielo que se muestra sobre jeans fluidos y de corte ancho. Algo tan simple como combinar ropa de vestir con sandalias planas de plataforma les hizo asumir una actitud diferente, la tranquilidad que a menudo se asocia con el diseño americano.
Transparencias y estampados entre desnudo hacen a la mujer de Wu una mujer que en el caos citadino, en el caos mundial tiene algo etéreo sobre ella que transmite paz y buenas vibras.
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