Es una historia de amor, sí. Pero más que eso, es un triunfo personal para Greta Lee. Past Lives muestra el amor desde los ojos de una mujer.
Una de las películas que más ruido está haciendo esta temporada de premiaciones es Past Lives. En esta cinta la escritora Celine Song se estrena como directora y cuenta una historia semibiográfica inspirada en eventos de su vida real. Nora Moon (Greta Lee) y Hae Sung (Yoo Tae-o), un par de novios de la infancia se reencuentran durante una semana en Nueva York que los hace cuestionar los caminos que tomaron y sobre como nuestras vidas pasan por incontables intersecciones.
La película habla sobre el concepto coreano “In-Yun” que se traduce a providencia o destino. Es una idea que se puede reflejar perfectamente en la historia de Greta Lee, la protagonista de la historia. Ella no llegó a este papel de forma fácil.
Sobre ser protagonista de tu propia historia
Lee tiene experiencia como actriz tomando múltiples papeles secundarios. La hemos visto en Girls de Lena Dunham, en Russian Doll con Natasha Lyonne y en The Morning Show con Jennifer Aniston. Greta estaba resignada a que tal vez no le llegaría ese papel protagónico. Y por providencia le llegó un proyecto especial.
En diferentes entrevistas cuenta que en realidad hizo audición para el papel y no lo recibió. Sin embargo, un año después le pidieron reunirse con Celine Song para hablar de la película. Y eso fue suficiente para dar fruto a una de las mejores actuaciones del año.
Al ver Past Lives, uno se conmueve no por el drama, por todas las emociones desbordándose frente a la pantalla. Es más bien la sensación de que no estás viendo una película, es una vida real, ocurriendo en este momento. Es un slice of life. Una respuesta a cómo puede verse y sentirse el amor.
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