Las barreras tradicionales que frenan la igualdad de género…
Este término hace referencia a las tareas convencionales asignadas a las mujeres que las unen a roles domésticos y actúa como barrera para su desarrollo profesional. El piso pegajoso afecta a millones y muchas no se dan cuenta de su existencia.
¿Qué es el piso pegajoso?
Angélica Bucio Méndez, en su tesis «La mujer mexicana entre el techo de cristal y el suelo pegajoso», lo define como «la concentración de mecanismos que mantienen a las mujeres en puestos jerárquicos bajos y medios. Esto incluye estereotipos de género, segregación laboral por género, acoso social y psicológico, así como la dificultad de conciliar la vida privada y pública».
Esta problemática persiste desde hace años y es uno de los factores que impide el ingreso al ámbito empresarial con comodidad. Más allá de su preparación, se enfrentan a cargas sociales y a una falta de flexibilidad en los espacios laborales que les impide crecer eficazmente. La presión de atender los aspectos de su vida como madres, esposas e hijas dictada por la sociedad agrava esta situación.
¿Cómo se da el piso pegajoso?
Este fenómeno toma presencia en el trabajo ya que a menudo se ven obligadas a rechazar puestos de mayor responsabilidad debido a sus compromisos familiares. Muchas empresas, sin darse cuenta, contribuyen a la existencia del piso pegajoso al no proporcionar guarderías, tener horarios inflexibles, extender la jornada y no ofrecer licencias de paternidad.
Dificulta la capacidad de establecer una rutina en su día a día, se ven obstaculizadas por limitaciones y falta de oportunidades. A diferencia de los hombres, que no tienen una carga doméstica impuesta y tienen mayores posibilidades para enfocarse exclusivamente en su progreso profesional.
Para abordarlo es necesario crear conciencia y definir claramente que, cuando no hay estereotipos arraigados, se abren alternativas para las mujeres. No solo queda en ellas exigir una distribución equitativa de roles en el hogar y un espacio empático y adaptable a sus necesidades, sino que las empresas deben seguir estadísticas y comprender cómo mejorar y retener a su fuerza laboral femenina.
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