Las mariposas en el estómago cobran vida gracias a una combinación de hormonas.
¿Nos enamoramos con el corazón o con el cerebro? Se podría decir que ambos están conectados, pero todo comienza en nuestro cerebro. Aquí se produce la liberación de químicos que nos lleva a establecer un vínculo con nuestros intereses amorosos.
El amor se manifiesta de manera sorprendente
Según estudios realizados en Estados Unidos, enamorarse toma tan solo 0.5 segundos, cuando los químicos de nuestro cerebro comienzan a actuar. Los profesionales han observado que los sentimientos del enamoramiento generan una respuesta similar a la provocada por el consumo de drogas, activando un total de 12 áreas cerebrales y desencadenando la liberación de diversas hormonas.
¿Qué sucede en nuestro cerebro cuando nos enamoramos?
Empezamos a sentir una combinación de euforia, tranquilidad, emoción y ánimo cuando estamos cerca de una persona en particular, lo que puede ser la primera señal de que algo está ocurriendo en nuestro cerebro.
Uno de los cambios más destacados es la liberación de la hormona del amor, también conocida como oxitocina. Esta hormona está relacionada con la conducta maternal y paternal, así como con el placer y el afecto.
La oxitocina nos permite sentir cariño hacia otras personas y no solo se manifiesta en relaciones románticas, sino que también se libera, en el caso de las mujeres, durante el parto o la lactancia.
Otra hormona que juega un papel importante cuando nos enamoramos es la serotonina. Esta hormona actúa sobre nuestras emociones y estado de ánimo, permitiéndonos sentir felicidad.
Por otro lado, nuestros niveles de adrenalina también aumentan. Cuando empezamos a sentirnos atraídos por alguien, esto puede atribuirse a la dopamina. Esta hormona, además de acelerar nuestro corazón, nos hace sentir la necesidad de tener contacto físico con la persona que nos atrae.
¿Se puede terminar el amor?
Aunque el amor trasciende términos científicos y la acción de hormonas en nuestro cerebro, la realidad es que muchas de ellas tienen una presencia temporal. Con el tiempo, su actividad disminuye, lo que puede llevar a que muchas parejas terminen o modifiquen sus rutinas con el paso de los meses.
Tras una ruptura, otras hormonas comienzan a tener un efecto similar en intensidad pero con resultados diferentes. Esto deja espacio para sentimientos como la depresión, y se observa un aumento en los niveles de cortisol de manera instantánea en algunas personas.
El concepto del amor romántico ha ido cambiando con el tiempo y cada estudio realizado ha demostrado que gran parte de lo que se nos ha presentado a través del entretenimiento no corresponde con la ciencia detrás del amor.
Esto no disminuye la importancia de nuestros sentimientos ni hace menos especial la experiencia de estar enamorados. Sin embargo, comprender la ciencia detrás del amor puede ayudarnos en el proceso de nuestra relación al saber que no solo se trata de momentos de euforia. Lo más complicado y real aparece cuando los efectos de las hormonas se desvanecen.
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