No, no hablo de egolatría, hablo de aceptar quién eres
Desde hace varios años hemos visto, sufrido y aplaudido a Simone Biles, la gimnasta que ha alcanzado todos los títulos posibles, así como cuatro medallas de oro en Olímpicos.
Su talento, opacado luego del escándalo de abusos sexuales del doctor Larry Nassar, de los que también fue víctima, le ha dado orgullo para ser una líder en su rama.
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A pesar del sufrimiento que esto le ocasionó, los frutos de su trabajo duro han seguido acumulándose, razón por la que volverá a representar a Estados Unidos en Tokio.
Con medallas en una mano y resiliencia en otra, Simone Biles ha sido llamada Greates Of All Time, GOAT, por sus siglas en inglés, algo que para muchos no es razón de alarde, al contrario, creen que debería ser humilde al no considerarse eso.
Al leer todos los comentarios en Internet de esa gente que no gusta por aceptar los elogios merecidos, la atleta pensó que era hora de dar la cara y sin vergüenza aceptar quién era.
Mandó colocar una cabra (GOAT en inglés) en su leopardo de entrenamiento, lo que hizo que los detractores se pusieran en su contra, pero que diera una lección a sus fans: ¡SI ERES EL MEJOR, ACÉPTALO!
Saber quién eres y demostrarlo constantemente no debería ser un tema de escrutinio, de hecho deberíamos sentirnos orgullosas de alcanzar objetivos por nuestros skills.
Para Simone Biles la derrota no es una opción, y para mí tampoco
Hoy más que nunca debemos abrazar los talentos que tenemos, por nosotras mismas y por las generaciones de mujeres que nos sigue de cerca.
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Elbert Hubbard dijo una vez: «Existe algo mucho más escaso, fino y raro que el talento. Es el talento de reconocer a los talentosos», y no hay nada más real que eso, pero además le sumaría que reconocer tu talento, ¡es un talento!
Desarrollarlo te va a costar muchos dolores de cabeza, muchas personas que te llamarán ególatra por sólo saberte buena en lo que haces, pero lo importante es saber medirnos.
Siento que una vez que logramos vernos al espejo y decir 10 cosas para las que somos buenas, podremos ver en los demás 10 cosas para las que son buenos.
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Cuando tienes una autoestima adecuada, un balance exacto entre saber tus defectos y tus virtudes, comenzarás a ver tu valor, y a no permitir que las personas que no lo tienen te mida o te hagan pequeña.
Hoy más que nunca debes trabajar en lo bueno que tienes, porque como decía Ana Pavlova, la gran bailarina rusa, «nadie puede llegar a la cima armado sólo de talento. Dios da el talento; el trabajo transforma el talento en genio».
¡Conviértete en un genio!
