Una solución para los cambios abruptos por los que pasa el país.
El día de hoy la Corte Suprema de Estados Unidos escuchó los argumentos orales en el caso FDA v. Alliance for Hippocratic Medicine, el caso que impugna la aprobación de la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) para el uso ampliado de mifepristona, uno de los dos medicamentos comúnmente utilizados para interrumpir embarazos no deseados y tratar abortos espontáneos.
La decisión, que se espera para junio, podría poner en peligro el acceso a la «píldora abortiva«. Un método en el que muchas personas confían para la atención de la salud reproductiva.
Un estudio reciente descubrió que en los seis meses posteriores al final del caso Roe v Wade se emitieron casi 28.000 píldoras abortivas con medicamentos adicionales destinadas al uso de abortos autogestionados.
Los robots que entregan la píldora abortiva
Pero mientras los jueces escuchaban los argumentos, los trabajadores y voluntarios de Aid Access, una organización sin fines de lucro que brinda acceso a abortos con medicamentos por correo, desplegaron los llamados «roe-bots» para dispensar Mifepristona afuera de la Corte Suprema.
Los robots fueron operados de forma remota por proveedores de Aid Access que residen en «estados con ley escudo», donde están legalmente protegidos de las leyes antiaborto.
«El punto principal de los robots, además de llamar la atención sobre las leyes protectoras y los vacíos legales que podemos aprovechar, es que literalmente no importa lo que suceda en la Corte Suprema o en el futuro: brindaremos a las personas la atención que necesitan. «, dice Mira Michels, investigadora y voluntaria de Aid Access.
«No queremos que la gente se sienta sola. Da mucho miedo darse cuenta de que tienes un embarazo no deseado. Queremos que la gente sepa que por robot, en persona o por correo, no importa, estaremos allí«.
Un equipo de voluntarios que acercan información del aborto
Según los observadores, basándose en los argumentos del martes, el Tribunal se mostró «escéptico» respecto del caso presentado contra la FDA (principalmente que la mifepristona no es segura y no ha sido estudiada adecuadamente).
Como escribió en X Joyce Vance, ex fiscal federal y analista legal de MSNBC : «Parece que el caso Mifepristone será desestimado por motivos legales, sin fundamento, como debería ser».
Agrega Nancy Cárdenas Peña, directora de la campaña “Aborto en nuestros propios términos”:
«Este caso nunca debería haber llegado tan lejos: la mifepristona ha estado en el mercado durante más de 20 años y ha sido utilizada por millones de estadounidenses. Mi sincera esperanza es que la Corte seguirá la ciencia y décadas de evidencia, en lugar de promover una agenda política que apunta a prohibir el aborto en todo el país«.
Pero si la Corte Suprema decide prohibir la Mifepristona o añade barreras para acceder a ella (aunque «sin duda lo hará más difícil» y «aumentará los riesgos legales» para quienes necesitan la píldora abortiva, según Cárdenas Peña), aquellos que son parte del movimiento están listos para ayudar.
«Lo importante será que quien esté pensando en autogestionarse con pastillas tenga la información y los recursos que necesita», añade Cárdenas Peña.
Las personas pueden llamar o visitar la línea de ayuda legal gratuita de Repro If/When/How para obtener asesoramiento legal, obtener apoyo médico de la línea directa de abortos espontáneos y apoyo logístico de Reprocare.
«Hay un legado increíble de mujeres y personas que han hecho posible este trabajo y seguirán haciéndolo», dice Michels, y agrega que Aid Access ha reducido el costo del aborto con medicamentos, brinda ayuda adicional a quienes la necesitan, atención inclusiva para personas queer y trans e incluso ofrece lo que se conoce como «provisión avanzada de atención de aborto», lo que significa que las personas pueden obtener las píldoras estén o no embarazadas.
«Les garantizo que vamos a trabajar incansablemente para asegurarnos de que, pase lo que pase, la atención del aborto siempre este disponible».
Texto original: Danielle Campoamor
Traducción: Bianca Cosulich
Artículo originalmente publicado por Marie Claire EE.UU
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