Hay un límite en cuanto a los sentimientos y las relaciones de pareja…
Aunque nos cueste aceptarlo, todo lo bonito eventualmente llega a su fin, y el amor no es una excepción. Más allá de las expectativas creadas por las películas románticas, cuando creemos haber encontrado a nuestra pareja ideal, el tiempo se convierte en nuestro mayor adversario, limitando, según los expertos, la plenitud del amor a un período de aproximadamente cuatro años.
Esta duración varía entre las personas; algunos experimentan la pérdida de sentimientos después de dos años, mientras que para otros, la chispa se desvanece en apenas seis meses. Aunque hay muchas variables en juego, existe una constante.
¿Por qué la mayoría de las relaciones fracasan?
Es evidente que el afecto que sentimos por nuestros familiares difiere del amor que compartimos con nuestra «media naranja«. El amor hacia una pareja sentimental sigue una regla aparentemente inflexible de cuatro años.
Si bien las relaciones suelen iniciarse por la atracción física, este impulso inicial, según la antropóloga biológica Helen Fisher, es más una respuesta fisiológica que una emoción genuina.
José Antonio Hinojosa, profesor de Psicología Experimental y Procesos Cognitivos en la Universidad Complutense de Madrid, explica que el concepto del amor romántico ha encontrado utilidad biológica para el mantenimiento de la especie y la crianza de los hijos.
Investigaciones respaldan la idea de que somos monógamos sucesivos, con parejas que duran de dos a cuatro años, coincidiendo con el periodo de crianza de los hijos.
¿Cuáles son las «hormonas del amor»?
La oxitocina y la vasopresina son las hormonas asociadas con el amor, influyendo en hombres y mujeres al interactuar con el sistema de recompensa dopaminérgico y estimular la liberación de dopamina por el hipotálamo.
Los expertos señalan distintas fases del amor, desde el deseo hasta la atracción y el cariño, indicando que las emociones como las mariposas en el estómago son reacciones químicas cerebrales asociadas con el enamoramiento a primera vista.
El inevitable declive hormonal
A pesar de que comienza impulsado por necesidades de supervivencia, hay esperanza de que las parejas no tengan que separarse cada cuatro años. Según Hinojosa, aunque la componente sexual es crucial al principio, con el tiempo, la intimidad y el compromiso adquieren un peso mayor.
Es fundamental, entonces, revisar otros aspectos de la convivencia, como la comunicación efectiva, y priorizar aspectos más allá de lo sexual para mantener viva la conexión a largo plazo.
Siempre hay que cuidar a quienes tenemos a nuestro alrededor y tener cuidado de no caer en una red de obsesión. Es un sentimiento hermoso que debe de ser tratado con cuidado.
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