Oppenheimer venció a Barbie en casi todas las categorías de las premiaciones, sin embargo ¿es esto una derrota al feminismo?
En la 96° entrega de los premios Oscar, Christopher Nolan ganó por primera vez este premio. Pero también fue el primer oscar para Emma Thomas, su compañera de vida y de profesión. Ambos fueron productores junto con Charles Roven, obteniendo el premio a Mejor Película.
Pero Barbie fue determinante en un evento que propició el éxito de ambas cintas. Por lo que previo al comienzo de la temporada de premiaciones la conversación giraba en torno a la “batalla de Barbenheimer”. Ambas cintas eran las favoritas para dominar la premiación. Muchos esperaban ver a Greta Gerwig, Margot Robbie y America Ferrera subiendo a los podios. Da’Vine Joy Randolph, Emma Stone y Christopher Nolan se llevarían esos premios finalmente.
¿Hombres vs. mujeres?
Si solamente se comparara la premisa de ambas películas, se podría asumir que si se trata de una batalla de sexos. Por un lado, el trabajo de un equipo de hombres que terminaría por crear un arma de destrucción masiva y las subsecuentes batallas políticas. Por el otro, una cinta basada en una figura icónica en el recuerdo de las niñas y un espejismo de la vida real en un mundo idílico e imaginario donde se consigue una semblanza de igualdad y paz como una metáfora de cómo el patriarcado nos hace daño.
Pero la vida no es blanco y negro y a veces ocurren fenómenos fuera de una explicación tan simple. Billie Eilish ganó con su hermano el premio a Mejor canción original, pero quien se llevaría el protagonismo fue Ryan Gosling con su performance a la “Diamond’s Are a Girl’s Best Friend”. Y Dua Lipa, aunque no fue nominada, sonó al final de la ceremonia con su canción “Dance The Night Away”.
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En el caso de Oppenheimer, de los premios que no distinguen género, dos de seis se los llevaron mujeres: Emma Thomas a Mejor película y Jennifer Lame a Mejor montaje. Ellen Mirojnick, Luisa Abel, Ruth De Jong y Claire Kaufman también recibieron nominaciones por Mejor vestuario, diseño de maquillaje y peluquería y diseño de producción respectivamente. Los hombres y mujeres de Poor Things se llevaron esos galardones.
Esto tampoco significa que es un escenario perfecto. La propia existencia y la relevancia del monólogo de America Ferrera habla de una problemática real: Las expectativas irreales de cómo ser una mujer. También, por muchos años las limitaciones de las mujeres han sido notorias. ¿Cuántas directoras han ganado a Mejor dirección y realmente es porque simplemente no producían trabajo digno de ganar?
La realidad de Barbie vs. Oppenheimer
Lo que si vale destacar es que ambas películas son muy diferentes en ojos de la Academia. Realmente los premios Oscar no han sido muy favorables con dos tipos de películas: Las películas con enorme éxito comercial y el género de terror. Barbie, al ser una película tan taquillera, va a sufrir un prejuicio, a pesar de sus méritos. Y aunque Oppenheimer también fue un éxito comercial, es una cinta más dramática que Barbie.
Es como cuando los críticos valoran una actuación dramática y explosiva sobre una más sutil. O cuando se premia más a Mejor vestuario a películas ambientadas en épocas históricas.
Sin embargo, estas parcialidades no hablan necesariamente de una exclusión de lo femenino contra lo masculino. Es más bien un prejuicio que separa lo “comercial” de lo “artístico”.
Aún así, Barbie es parte de una conversación. Greta Gerwig plantó una semilla más en el jardín de los logros de las mujeres y abrió la discusión sobre el feminismo actual. Barbie no es ni de cerca una figura perfecta, pero se transforma con la sociedad. La lección es que, una mujer no tiene que ser perfecta tampoco.
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