La mujer que llenó de orgullo a nuestro país y se paró en lo más alto del podio
Antes de que inicien los Juegos Olímpicos de París, debemos recordar a la mujer que cambió el deporte en nuestro país. Soraya Jiménez fue la primera mexicana en ganar una medalla de oro, dejando un legado que hasta el día de hoy no se ha vuelto a repetir.
Actualmente, México tiene en su haber 73 medallas en los Juegos Olímpicos: 13 de oro, 24 de plata y 36 de bronce. Cada una de ellas cuenta una historia de superación y resiliencia que define el deporte en nuestra tierra.
¿Quién fue la primera mujer en ganar una medalla de oro para México?
Históricamente, los deportes de fuerza se han asociado con la masculinidad, mientras que a las mujeres se les aplaude por su delicadeza y destreza. No tenemos muchas medallistas en el área de la halterofilia, pero estos conceptos erróneos cambiaron con el nombre de Soraya Jiménez.
Soraya Jiménez Mendivil, originaria de Naucalpan de Juárez, desde los 16 años ya era una promesa en la halterofilia, levantando 170 kilogramos y batiendo récords en nuestro país.
En los Juegos Olímpicos de Sídney 2000, se permitió por primera vez la participación de mujeres en el levantamiento de pesas. Desde el primer día, había un aire de negatividad y no se esperaba mucho de los deportistas mexicanos, pero Soraya demostró lo contrario.
La deportista levantó primero 95 kilos y después 127,5 kilogramos con un total de 222,5 kilogramos. llevándose el oro a casa. Después de 68 años participando, por fin una mujer mexicana era la máxima ganadora y la bandera tricolor se sobrepuso al resto.
¿Qué pasó con Soraya Jiménez?
Tristemente, hoy no tenemos a Soraya Jiménez con nosotros para darnos otra medalla. Se retiró del deporte en las eliminatorias de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 debido a problemas de salud que venía arrastrando desde hace tiempo.
Tuvo varias lesiones que la llevaron al quirófano 14 veces. Le amputaron una pierna, se le diagnosticó hipertensión pulmonar, tuvo tres infartos y cinco paros cardiorrespiratorios. Finalmente, el 28 de marzo de 2013, a sus 35 años, murió por un infarto agudo al miocardio.
La mala atención médica, la falta de apoyo económico por parte del gobierno y una vida de depresión fue lo que nos quitó a esta deportista.
Las mujeres han demostrado que no hay techo de cristal que las detenga ni piso pegajoso que las frene, llevándose el tercer, segundo y primer puesto.