Desde sentarse en una piedra hasta un aceite hecho con secreciones animales, ritos que tienen siglos haciéndose en la monarquía inglesa
Si bien ha dicho que su coronación será más corta y menos ostentosa que la de su madre, hay algunas cosas que el rey Carlos III no puede eludir en la ceremonia histórica que tiene siglos llevándose en la Abadía de Westminster.
Algunos de esos son rituales que pueden parecer raros pero han sido fundamentales para que el evento histórico sea preservado.
El campeón del rey
El Palacio de Buckingham ha confirmado oficialmente que un agricultor de Lincolnshire, Francis Dymoke, realizará el antiguo deber de actuar como campeón del Rey durante la coronación.
El papel del campeón del rey se remonta a los días del rey Guillermo «el Conquistador», cuando el deber del campeón era cabalgar con armadura hasta el Salón de Westminster durante el banquete de coronación.
El papel era defender el honor del monarca y batirse en duelo con cualquier persona que desafiara el derecho del monarca al trono.
La piedra del destino
Debajo de la silla de coronación, en la que el Rey estará sentado durante la mayor parte de la ceremonia, estará la Piedra del Destino. El objeto histórico ha regresado a Londres por primera vez desde 1996, cuando fue devuelto a su hogar ancestral de Escocia.
La Piedra del Scone fue robada de los escoceses hace unos 700 años por Eduardo I, ellos la utilizaban como piedra de coronación.
Unción
La unción del monarca es una de las partes más sagradas de la ceremonia. El rey Carlos estará detrás de una pantalla, oculto a la vista del público ya que es un momento íntimo entre Su Majestad y Dios, ya que indica ha sido consagrado. Solo el Arzobispo y el soberano verán dicho acto.
Sin embargo, en una ruptura con la tradición, la reina consorte Camilla será ungida a la vista.
El aceite utilizado para la ceremonia será diferente al de los monarcas anteriores. Como base se hará con aceite de oliva cosechado en Jerusalén así cómo contará con sésamo perfumado, rosa, jazmín, canela, neroli, benjuí, aceite de ámbar y azahar. Fue bendecido por sacerdotes griegos ortodoxos y anglicanos en el Santo Sepulcro.
Su madre, Isabel II, y monarcas anteriores fueron ungidos con un aceite que contenía vómito de ballena, conocido como ámbar gris. También solía tener secreciones del trasero de una civeta, un tipo de mapache. Esos son los rituales que llevará a cabo el Rey Carlos III.
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